A un año de la masacre de Uvalde, las familias de las víctimas aún no obtienen respuestas de la todavía activa investigación, donde 19 alumnos de cuarto grado y sus dos maestras fueron asesinados a tiros dentro de la Escuela Primaria Robb.
Hoy se cumple un año desde que un sujeto armado de 18 años le quitara la vida a las inocentes víctimas dentro de su salón de clases. Una investigación criminal sobre la lenta respuesta de la policía al tiroteo sigue en curso, entre otras que también corren de manera paralela
A pesar de las promesas de los agentes de investigaciones y rendición de cuentas, todavía hay mucho que no se sabe.
Se han entrevistado con los sobrevivientes y analizado los videos de vigilancia que han revelado el horror, pero muchos padres todavía saben poco acerca de cómo fueron los últimos momentos de sus hijos y si sus seres queridos podría haberse salvado durante los más de 70 minutos de inacción policial.
Tampoco se completó aún un estudio médico para determinar si una respuesta más rápida podría haber salvado a alguno de los niños.
El lunes, el alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, declaró que estaba frustrado por el ritmo de las investigaciones: “No tienen respuestas a preguntas simples que deberían tener”.
A partir de ahí la ciudad Texana empezó a fraccionarse entre familiares y activistas que reclaman restricciones a las armas de fuego de manera urgente, y quienes están totalmente en contra de cualquier ley que restrinja en lo más mínimo un derecho que ellos creen amparado por la segunda enmienda.
Ha habido 553 asesinatos en masa en Estados Unidos desde 2006, y al menos 2.880 personas han muerto, según una base de datos de The Associated Press y USA Today en asociación con la Universidad Northeastern.
En las últimas seis décadas, el estado de Texas ha sido el escenario de al menos 20 tiroteos masivos.