Redacción.- La ciudad holandesa de Utrecht, en el centro del país, acoge a partir de este lunes el biciestacionamiento más grande del mundo, de tres pisos con capacidad total para más de 12 mil 650 unidades, en busca de una solución a la falta de espacio en un país que oficialmente tiene más bicis que habitantes.
Especialmente en hora pico, encontrar un hueco para estacionar la bici cerca de la estación de tren, sea en Utrecht o en cualquier otra ciudad holandesa, puede ser un dolor de cabeza: hay 17 millones de habitantes, que poseen más de 23 millones de bicicletas, lo que matemáticamente, hace necesario espacio extra.
El nuevo aparcamiento es subterráneo, situado debajo de la Estación Central de Utrecht.
Una bicicleta mal aparcada en la calle puede ser retirada por una grúa, y recuperarla conlleva el pago de una multa de varias decenas de euros.
PAÍS EN DOS RUEDAS: En Holanda muchos utilizan sus propias bicicletas para llegar hasta la estación, donde toman el tren a otra ciudad en la que trabajan.
Otros, en cambio, llegan hasta Utrecht en tren y con su tarjeta de transporte OV-fiets, alquilan una bicicleta pública para llegar hasta sus lugares de trabajo en la ciudad.
Algunos incluso se mueven con bicicletas de carga, que transportan a una familia al completo, lo que hace necesarios espacios más grandes adaptados a su tamaño.
Hoy el país está repleto de carriles especiales para bicis, y hay casi 500 mil plazas adecuadas para estacionar estos vehículos de dos ruedas.
Se espera que, además de las privadas, haya 5 millones de usuarios de las bicicletas públicas compartidas en 2020, Para los holandeses, el ciclismo, casi convertido en patrimonio nacional, es una herramienta clave para luchar contra el cambio climático, la congestión de las ciudades y la mala calidad del aire, pero también para mantener un ritmo de vida saludable, hacer ejercicio, y moverse en un medio de transporte barato, fácil y cómodo.