Redacción.- Más de 20 personas, incluidos varios niños y dos mujeres embarazadas, fueron asesinadas en los últimos días en varios enfrentamientos tribales en Papúa Nueva Guinea.
Los clanes rivales se enfrentan desde hace siglos en ese país del Pacífico pero se han vuelto más mortíferas con la llegada de armas automáticas. El recién nombrado primer ministro de esta nación, James Marape, prometió castigar con dureza a los responsables de los ataques.
La cifra de víctimas hasta el momento es confusa “Se ha confirmado la muerte de 24 personas a lo largo de tres días, pero podrían ser más hoy. Todavía estamos esperando el informe de nuestros funcionarios sobre el terreno”, aseguró este miércoles el administrador provincial, William Bando, a France Press.
Al parecer, esta matanza se produjo en represalia por una ataque previo en el que murieron siete personas.
Por su parte, el diario local Post-Courier asegura que no se trata de una disputa tribal en la que las aldeas enemigas se enfrentan en campo abierto, sino de una guerra de guerrillas en la que los grupos se esconden y emboscan a sus enemigos.
En Papúa Nueva Guinea, decenas de tribus habitan zonas remotas y aisladas y la violencia entre diferentes comunidades rivales es algo habitual, dado que el poder el Estado es prácticamente nulo y sus pobladores recurren a la venganza para reparar afrentas como: un robo, una violación, un asesinato o diferencias sobre los límites territoriales, que en ocasiones se remontan lustros en el tiempo.