Un total de 24 casos de sarampión fueron diagnosticados por el Departamento de Servicios y de Salud de Texas (DSHS), lo cual ha generado una alerta entre los servicios sanitarios del estado y la población en general.
Se trata de un brote detectado en el condado de Gaines, 16 casos corresponden a niños en edad escolar de 5 a 17 años, 6 pertenecen a menores en edad de 0 a 4 años, mientras que los dos restantes son mayores de 18 años.
De las 24 personas con sarampión, nueve requirieron hospitalización. Sin embargo, se trata de casos con personas no vacunadas.
El Departamento de Servicios de Salud de Texas señala que la mejor forma de evitar la enfermedad es aplicarse la vacuna contra el sarampión, que regularmente se administra combinada con la de las paperas y rubeola (MMR), por lo que dos dosis de esta serán suficientes para prevenir el contagio.
El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa. Se transfiere cuando una persona infectada respira, tose o estornuda y esparce gotitas infecciosas.
Este virus puede permanecer en el aire y transmitirse hasta dos horas después de que una persona infectada abandona el área.
Una persona es contagiosa aproximadamente desde cuatro días antes de que aparezca el sarpullido en su cuerpo y hasta cuatro días después de que se presentan dichos síntomas, por lo que es altamente contagiosa.
El sarampión puede causar graves secuelas como encefalitis, neumonía, infecciones del oído, sordera, discapacidad intelectual y mielitis -una Inflamación de la médula espinal que podría ocasionar discapacidades permanentes o incluso la muerte-, en personas embarazadas puede causar aborto y hasta la muerte del enfermo.