Dos hermanas estadounidenses, Jayla y Jessica Hill fueron detenidas sin derecho a fianza, acusadas de apuñalar 27 veces a un guardia de seguridad de una zapatería de Chicago, solo porque les pidió que usaran cubreboca y desinfectante.
Según publicaron medios locales, el ataque ocurrió el pasado doming, Jayla de 18 años, grabó al guardia, quien les pedía que se fueran por negarse a cumplir con las medidas sanitarias.
Supuestamente la joven afirmó que iba a llamar a alguien para “patear el trasero” al vigilante, lo que habría propiciado que la víctima intentara tomar el teléfono.
Fue entonces que Jessica, de 21, reaccionó y golpeó con una cesta de basura en la cara al hombre, de 32 años, y ambas comenzaron a golpearlo.
En ese momento, y según pudo observarse en las cámaras de seguridad, Jessica extrajo un peine cuchillo, con la hoja escondida, y lo apuñaló en el cuello, los brazos y la espalda, mientras su hermana lo sujetaba del pelo para mantenerlo inmovilizado.
La víctima y un asistente del local suplicaban se detuvieran y cuando lo soltaron, le dieron puntapiés en la cabeza y el cuerpo. Pese a las heridas, el guardia logró mantener a las agresoras en el comercio hasta que llegó la policía y las detuvo.
La víctima fue llevado a un hospital, donde los médicos le atendieron y comprobaron que no necesitaba cirugía.
Por su parte, el abogado defensor aseguró que las hermanas actuaron en defensa propia.
Una jueza consideró que el ataque no había sido premeditado, pero por sus características decidió mantener a las hermanas en prisión, ya que aseguró que no podía propiciar “condiciones que protejan a la comunidad”.