La madrugada del sábado 10 de octubre, el gobierno de Ciudad de México, con el apoyo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), retiraron el conjunto escultórico dedicado a Cristóbal Colón, en Paseo de la Reforma, con el argumento de que sería restaurado.
El complejo está conformado por las estatuas de Colón y de los frailes Pedro de Gante, Bartolomé de las Casas, Juan Pérez de Marchena y Diego de Deza, se realizó debido a que será restaurado.
El fin de semana, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, llamó a reflexionar sobre la pertinencia de regresar la escultura, por lo que significa Colón.
Y a 528 años de la llegada a América de la expedición española dirigida por Colón, así como a medio siglo de la conquista de México, la remoción de este monumento que data de 1877 desató la polémica.
El hecho coincide con el llamado que en redes sociales se lanzó la semana pasada para remover la escultura.
La convocatoria fue lanzada por colectivos que consideran trascendental retirar símbolos y monumentos impuestos como historia patria, junto con la religión católica y el idioma español.
En redes sociales, las opiniones de los usuarios se han divido: unos consideran que la medida busca proteger el monumento, y otros, que es para no volver a colocarlo.
La estatua de Colón fue donada a la ciudad por Antonio Escandón, empresario y banquero mexicano, quien la ordenó en 1873 al escultor francés Charles Cordier.
El monumento llegó a Veracruz en 1875 y fue instalado en 1877 en el Paseo de la Emperatriz o del Emperador (hoy Paseo de la Reforma), trazo encargado por Maximiliano de Habsburgo.