Agencias.- El FBI está investigando el robo de 18.000 documentos legales y de seguros relacionados con los ataques del 11 de septiembre al World Trade Center. El robo lo han cometido un grupo de hackers con un largo historial de chantajes a empresas, según dos personas conocedoras del asunto.
Bajo el nombre de The Dark Overlord (el jefe supremo de las tinieblas), los hackers afirmaron en Nochevieja que habían conseguido correos electrónicos y acuerdos de confidencialidad relacionados con los ataques del 11 de septiembre. Estos fueron enviados y recibidos por empresas como las aseguradoras Hiscox y Lloyd’s de Londres y el bufete de abogados Blackwell Sanders Peper Martin, ahora llamado Husch Blackwell.
The Dark Overlord dijo que iba a vender los documentos a cambio de bitcoin e invitó a Isis, al-Qaeda y a ciertos países a pujar por ellos en Internet.
El miércoles, imágenes de algunos de los documentos comenzaron a circular en Internet después de que el grupo publicara las claves para desencriptarlos. Las imágenes parecían mostrar comunicaciones relacionadas con el World Trade Center. El FBI y otros organismos están investigando el asunto.
The Dark Overlord dijo que se le estaba investigando desde hace años. Añadió que también había obtenido otras informaciones de Lloyd’s y Silverstein Properties, un promotor inmobiliario de Nueva York que fue propietario y administrador del World Trade Center antes de los atentados de 2001.
Hiscox ha declarado que, en abril de 2018, se enteró de que los sistemas utilizados por uno de sus asesores legales habían sido pirateados. Pero un portavoz ha declarado lo siguiente: “Los sistemas del bufete de abogados no están conectados a la infraestructura informática de Hiscox y nuestros sistemas no se vieron afectados por este incidente. Uno de los casos en los que trabajó el bufete para Hiscox y otras aseguradoras estaba relacionado con litigios judiciales debidos a los ataques del 11 de septiembre y creemos que por esa época se robó información relacionada con este caso”.
Los ataques del 11 de septiembre le costaron al sector de los seguros el equivalente a 45.000 millones de dólares (39.457 millones de euros) de 2017, según el Instituto de Información sobre Seguros, y dieron lugar a años de litigios judiciales sobre quién debería asumir los costes.
Husch Blackwell ha declarado que no han violado sus medidas de seguridad: “A principios de esta semana, un grupo terrorista cibernético hizo públicos varios documentos con el membrete del bufete predecesor de Husch Blackwell. Después de realizar un análisis exhaustivo, Husch Blackwell ha confirmado que no se ha obtenido ningún documento del bufete y que no ha habido ningún acceso no autorizado a los sistemas, archivos de clientes, documentos o datos del bufete”.
Lloyd’s y Silverstein también han declarado que no hay pruebas de que sus sistemas se hayan visto afectados por problemas de seguridad y que seguirán investigando el tema minuciosamente.
El Centro Nacional de Seguridad Cibernética de Reino Unido (NCSC) advirtió el año pasado de que organizaciones con información personal confidencial, como instituciones médicas y bufetes de abogados, corrían peligro a causa de The Dark Overlord.
“Aunque a menudo se proporcionan pruebas de los datos robados, el volumen y la importancia de los datos pueden exagerarse para maximizar el impacto”, dijo en ese momento el NCSC, que el miércoles declaró estar al tanto de las noticias del robo. El FBI no ha querido hacer declaraciones.