El cuerpo decapitado de un menor de aproximadamente unos 13 años, fue encontrado en Tarascon, al sureste de Francia, la noche del domingo, con marcas que podrían indicar actos caníbales.
El jovencito había sido reportado como desaparecido desde hace días.
El hallazgo fue tras la llamada de un testigo a la policía, según indicó a la AFP el fiscal del pueblo de 15.000 habitantes.
Cuando la policía llegó e ingresó a la vivienda, vieron el cuerpo en una bolsa, mientras que la cabeza estaba en un balde en el baño; el cuerpo tenía trozos de piel de la espalda arrancados, a la altura del hombro, pero es “imposible confirmar la hipótesis de la antropofagia (canibalismo) en el estado actual de la investigación”.
El presunto culpable del homicidio fue abatido por la policía al intentar darse a la fuga.
“Los investigadores relacionaron el caso con la desaparición de un menor de su hogar en Marsella hace unos días”, informó Laurent Gumbau, fiscal.
El sujeto era un hombre de 32 años que era conocido por tener problemas psiquiátricos y condenado previamente por actos violentos; huyó por el techo del edificio, según testimonio de vecinos y fue abatido por un disparo de la policía.
Las autoridades señalaron que no estaba armado cuando fue intervenido por los agentes y no ha sido identificado como el homicida de la víctima.
Ambos cuerpos serán sometidos a autopsias.