Agencias.- La Fiscalía de Suiza investiga al rey emérito español, Juan Carlos I, por movimientos en una cuenta cuyo origen estaría en una transferencia del rey de Arabia Saudita.
El dinero se encontraba en el banco suizo Mirabaud con sede en el paraíso fiscal de Las Bahamas, a nombre de una fundación cuyo único dueño, según el Ministerio Público suizo, era Juan Carlos de Borbón.
La estructura correspondería a las conocidas como ‘offshore’, entramados empresariales utilizados para ocultar al propietario de los bienes con la finalidad de eludir el pago de impuestos en el país de origen.
Tras conocerse la investigación, la Fiscalía Anticorrupción de España envió una comisión rogatoria a Suiza solicitando los detalles de esa cuenta millonaria. Juan Carlos I fue inviolable durante todo su reinado, por lo que no podía ser juzgado, pero sí puede rendir cuentas ante la Justicia por sus actos tras dejar la Corona.
Según la investigación, que se abrió de manera secreta en 2018, en 2008 se transfirieron a esa cuenta cien millones de dólares provenientes del rey de Arabia Saudita, sin que hasta ahora se sepa cuál fue el motivo.
En 2012 esa cuenta se vaciaría en varias direcciones: 65 millones de euros fueron trasferidos a Corinna Larsen, quien habría mantenido una relación sentimental durante cinco años con el monarca español, y un millón se hizo llegar a otra presunta amante del rey que residía en Ginebra.
Hace tres meses, el 19 de diciembre, la Fiscalía suiza interrogó a Corinna Larsen, quien explicó que los 65 millones de euros fueron “un regalo no solicitado del rey emérito”, una “forma de donación para ella y su hijo”.
En Suiza se sospecha que los movimientos investigados están relacionados con las obras del Ave a la Meca, un contrato que se adjudicaron varias empresas españolas por valor de 6.300 millones de euros, por lo que podría tratarse de un caso de corrupción.