El fenómeno de La Niña, que ejerce una influencia significativa en el clima global, está previsto para alterar sus patrones habituales en 2024, pues el evento climático, conocido por enfriar las aguas del océano Pacífico, tiene repercusiones directas en el clima de México y otras partes del mundo.
¿Qué es?
Es un fenómeno climático natural que forma parte del ciclo de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), caracterizado por temperaturas inusualmente frías en las aguas del océano Pacífico ecuatorial. Este enfriamiento afecta a la atmósfera, alterando los patrones climáticos globales.
Inicialmente estaba prevista para los últimos meses del año, pero se anticipa ahora para mediados de 2024.
Este cambio de fecha es resultado de las variaciones en las temperaturas oceánicas y las corrientes marinas. Es crucial para los meteorólogos y climatólogos monitorear estos cambios para actualizar las previsiones y preparativos correspondientes.
Consecuencias:
Precipitaciones Irregulares: La Niña suele estar asociada con un aumento en las precipitaciones en el noreste de México y una disminución en el sur y sureste del país. Esto puede resultar en temporadas más húmedas o secas de lo normal, afectando tanto a la agricultura como a la gestión de recursos hídricos.
Temperaturas Variadas: Aunque La Niña es conocida por el enfriamiento de las aguas, sus efectos en las temperaturas terrestres pueden variar. En algunas regiones de México, esto podría traducirse en inviernos más fríos o veranos más suaves.
Riesgos de Desastres Naturales: Un cambio en el patrón usual de lluvias puede incrementar el riesgo de inundaciones o sequías en diferentes áreas, lo que requiere una preparación adecuada en términos de infraestructura y planes de emergencia.