Milenio | Ciudad de México.- Padres de familia se pronuncian en contra de los nuevos libros de texto de la SEP que serán usados para el próximo periodo y que aseguran que promueven la desigualdad, la ignorancia e inclusive puede crear un incremento en la pobreza dentro de la sociedad.
David Hernández Muñiz, consejero de la Unión Nacional de Padres de Familia del Sur de Tamaulipas A.C, expresó que dan por hecho que los niños desde primer año ya saben leer y escribir, generando un retraso importante.
“Nuestra Unión de Padres de Familia y otras Asociaciones Nacionales se encuentran preocupados por los nuevos libros de texto que editó la SEP a nivel federal, que serán distribuidos en todo el país el próximo mes de agosto antes de iniciar el próximo ciclo escolar (2023 -2024)”.
Asimismo, dijo, vienen las tablas periódicas de elementos que no van acorde a su nivel de estudios, por lo tanto de no contar con una buena calidad educativa, limita los aprendizajes, reduce las oportunidades de desarrollo personal y social.
“Nos preocupa que quienes elaboraron los libros, dan por sentado que los alumnos ya saben leer y escribir, que entienden de porcentajes y que ya conocen los elementos químicos de la tabla periódica”.
Sin acceso a internet
Otra de las inconformidades es que también dan por hecho que todos los niños cuentan con aparatos como smartphone o tablets, ya que ponen códigos QR para que puedan completar sus clases, cuando hay familias que ni siquiera tienen acceso a internet.
“Quienes idearon estos cinco libros al interior de la SEP, dieron también por hecho que todos los niños de primer grado, absolutamente todos, tendrán acceso a internet y dispositivos electrónicos, para seguir enlaces de códigos QR que se encuentran en diversas temáticas y poder así, consultar recursos complementarios. Lo peor del caso es que dichos códigos no llevan a ningún sitio o son enlaces a YouTube que ya están caducos”.
Piden que se transparente el diagnóstico del Plan de Estudio 2017 para respaldar que no impulsaba el aprendizaje de los estudiantes como ellos lo argumentan para hacer estos cambios.
También quieren saber el estado que guardan los demás libros y el por qué no se ha convocado a las entidades y a los diversos actores a participar. Por qué no se sometieron a revisión de docentes, académicos y padres de familia.