Al grito de “Soldado, amigo, el pueblo está contigo” protestaron en la Ciudad de México el domingo 12 de marzo, en contra de la detención de cuatro elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los elementos fueran procesados por desobediencia, dio a conocer la propia Sedena, tras considerar que accionaron sus armas en la masacre donde cinco jóvenes fueron asesinados la madrugada del 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Entre los manifestantes figuraron civiles, ex soldados y familiares de los detenidos.
La Fiscalía de Justicia Militar de la Secretaría de la Defensa (Sedena) vinculó a proceso, por el delito de desobediencia, a cuatro militares que estuvieron involucrados en los hechos violentos donde murieron 5 jóvenes y uno más resultó herido.
Según la versión de Sedena, elementos castrenses vieron una camioneta con siete personas abordo que presuntamente iban a acceso de velocidad, con las luces apagadas y sin placas.
La camioneta aceleró de manera intempestiva y evasiva, lo que habría resultado en un choque contra un vehículo estacionado. Supuestamente por ello el personal militar accionó sus armas de fuego, matando a los jóvenes.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo informó que la camioneta donde viajaban los jóvenes tenía al menos 20 impactos de bala y dos personas habrían sido “rematadas” en la nuca cuando se encontraban tiradas en el pavimento.