Tras una evaluación, los doctores que atienden a la monarca de 96 años, se mostraron “preocupados” por su estado y han recomendado que quede bajo supervisión médica, se dio a conocer en un comunicado por parte del Palacio de Buckingham.
Pese a todo se informó que la Reina se encuentra “cómoda” y sigue en el castillo de Balmoral, en Escocia.
El príncipe Carlos, heredero de la corona británica, arribó ya al castillo, acompañado de su esposa, Camilla, duquesa de Cornualles; además del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión, también está de camino, mientras que Kate, la duquesa de Cambridge, permanece en Windsor con sus hijos.
Se informó también que los Duques de Sussex estarían viajando para reunirse con la familia, ellos se encontraban en Alemania.
Según el corresponsal real, Sean Coughlan, la salud de la Reina es una preocupación acuciante, mucho más explícita que antes, y que va más allá de las dificultades de movilidad. También ha habido especulaciones infundadas, como que podría haber tenido una caída.
La nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, dijo que “el país entero” estaba “profundamente preocupado” por la noticia que desea pronta recuperación a la Reina.
El Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, declaró: “Mis oraciones, y las oraciones de la gente de toda la iglesia de Inglaterra y de la nación están hoy con su majestad”.
Isabel II ha celebrado este año su Jubileo de Platino, que conmemoró sus 70 años en el trono, un récord en la historia británica.