Redacción.- Los niños y el entrenador que se quedaron atrapados durante varios días en una cueva de Tailandia dieron hoy las gracias en un ritual budista en la entrada de la gruta.
La celebración fue a un año del espectacular rescate que mantuvo en vilo a medio mundo.
Vestidos con camisetas amarillas, los doce menores y su antiguo entrenador dieron ofrendas a unos monjes junto a la cueva Tham Luang cerca de la aldea de Mae Sai, en la norteña provincia de Chiang Rai, donde se quedaron atrapados el 23 de junio de 2018.
Tham Luang se ha convertido en un lugar de peregrinaje para turistas y curiosos que pueden visitar un museo sobre el rescate, que cuenta con una estatua de bronce del buzo tailandés que falleció en la operación de salvamento, Saman Kunan.
Aunque cabe destacar que se encuentra cerrada al público.
Los menores, entonces de entre 11 y 16 años y su tutor, de 25, del equipo de futbol juvenil Los Jabalíes Salvajes, quedaron atrapados después de que la lluvia inundara parcialmente la cueva.
Fueron encontrados por dos buzos británicos el 2 de julio en una gruta oscura, donde habían sobrevivido sin alimento y bebiendo el agua que se filtraba por las paredes.
Guiados por su entrenador, también hacían meditación para calmar los nervios y ahorrar energía, lo que les ayudó a sobrevivir en un ambiente frío y húmedo.
Entre el 8 y 10 de julio, los niños y el entrenador, que no sabían nadar, fueron sedados y sacados de la cueva por buzos a lo largo de las grutas parcialmente inundadas a lo largo de 4 kilómetros.
Los buzos necesitaron unas tres horas de media para sacar a cada chico.