Redacción.- El nivel de radiactividad tras la explosión ocurrida el jueves en una base de pruebas de misiles en Rusia excedió en más de 16 veces el habitual, indicó este martes la agencia rusa de meteorología, que considera que no implica ningún peligro para la salud.
El 8 de agosto, a las 12:00 horas locales (09h00 GMT), inmediatamente después de la explosión, “seis de los ocho sensores de Severodvinsk registraron que los niveles de radiación eran entre 4 y 16 veces superiores a lo habitual”, informó Rosguidromet en un comunicado.
En particular, uno de los sensores registró una tasa de radioactividad de 1.78 microsieverts/hora, en tanto el límite reglamentario en Rusia es de 0.6, y la radiactividad natural media en Severodvinsk es de 0.11.
La ciudad de Severodvinsk está ubicada a unos 30 kilómetros de la base de Nionoska, donde ocurrió la explosión.
Rosguidromet precisa que estos niveles de radiactividad se redujeron rápidamente y por la tarde volvieron a la normalidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, considera que el riesgo de cáncer puede aumentar a partir de 50 mil microsieverts recibidos y el Instituto de radioprotección y seguridad nuclear (IRSN) francés recomienda a las poblaciones refugiarse a partir de 10 mil microsieverts.
Cinco empleados de la agencia nuclear rusa Rosatom murieron a causa de esta explosión. Según ésta, se encontraban trabajando en pruebas de “nuevas armas”, brindando asistencia de ingeniería y técnica sobre la “fuente de energía nuclear” de un motor-cohete para misiles, que estaban desarrollando.
Según expertos estadounidenses, el accidente probablemente esté vinculado a las pruebas de un misil de crucero, que Rusia busca desarrollar, el 9M730 “Burevestnik”.
En un tuit, el presidente Donald Trump afirmó el lunes que se informó mucho “sobre la explosión de un misil defectuoso ruso”, añadiendo que Estados Unidos cuenta con “una tecnología similar, pero más avanzada”.