El gobernador de Texas, Greg Abbott firmó un proyecto de ley que elimina las ordenanzas estatales que obligaban a los trabajadores de la construcción a hacer pausas de 10 minutos para descansar y beber agua.
La ley que entra en vigencia el 1 de septiembre afecta sobre todo a las ordenanzas de Austin y Dallas en cuanto a que los empleados debían tomarse al menos diez minutos cada cuatro horas para refrescarse, según el Texas Tribune.
La aprobación de la legislación llega en medio de una ola de calor sin precedentes, además de que Texas tiene la tasa más alta cifra de muertes laborales relacionadas con el calor.
El obispo James Dixon, presidente de la NAACP de Houston, condenó el proyecto de ley, describiendo que son una amenaza para la democracia, los derechos civiles y los derechos humanos.
Este verano resultará brutal, en el sur de Texas se han alcanzado máximos históricos y los índices de calor en toda la región alcanzan los 120 grados, y las previsiones apuntan a que las temperaturas y la humedad seguirán así al menos hasta el 25 de junio.