Redacción.- La escasez de lluvia en la zona del Istmo de Tehuantepec ha dejado ver un espectáculo arquitectónico en el corazón de la presa Benito Juárez en la localidad de Jalapa del Marqués.
Se trata de un templo dominico del siglo XVI que ha emergido por cuarta ocasión desde que fue enterrado a propósito en 1961 para abastecer de agua a la refinería Antonio Dovalí Jaime de Salina Cruz, ocasionando el desplazamiento forzado de un pueblo.
Los pescadores atribuyen este espectáculo a la falta de lluvias y las altas temperaturas que se resienten en la zona.
Miguel Olivera Sibaja, pescador y habitante de Jalapa del Marqués, Oaxaca, explicó que definitivamente el ver el nivel de la presa en esta situación es un poco preocupante porque si este año llueve se vuelve a secar y al no haber presa todos padecen.
El templo de la Asunción de María, fue cubierto ese mismo año por las lluvias de la tormenta tropical Beatriz que llenó la presa de capacidad de 900 millones de metros cúbicos en dos días, nuevamente bajo las aguas resintió el terremoto de 8.2 del 7 de septiembre que le ocasionó más cuarteaduras y el colapso de una de sus cúpulas.
Actualmente la presa Benito Juárez, que abastece de agua a 50 municipios y a la refinería Antonio Dovalí de Salina Cruz, se encuentra al 60 por ciento de su capacidad y sus aguas siguen bajando.