Por: Excélsior
Uruapan, Michoacán.- Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, falleció luego de ser atacado a balazos durante un recorrido por el Festival de las Velas, celebración que se realiza en el centro de esa ciudad michoacana en la Noche de Muertos.
La agresión, en la que también resultó herido un regidor, fue directa. En la escena del crimen se hallaron siete casquillos y una pistola calibre 9 milímetros, informó Carlos Torres, fiscal estatal.
Personal de seguridad repelió el ataque y abatió a un agresor, quien no ha sido identificado; dos hombres fueron detenidos por su presunta relación con los hechos. Herido de muerte, Manzo fue trasladado a un hospital, donde se confirmó su deceso.
El alcalde había sido objeto de amenazas debido a su participación activa en el combate a delitos en Uruapan. Encabezaba operativos para la detención de ladrones y narcomenudistas.
En junio pasado denunció que en su municipio había campos de entrenamiento del narco que eran encabezados por extranjeros.
El día 19 de ese mes, y ante los recientes asesinatos de otros alcaldes en Michoacán, reconoció que estaba expuesto a ser víctima de homicidio, como todos los mexicanos. En entrevista con Pascal Beltrán del Río, para Imagen Radio, dijo que su mayor blindaje era no involucrarse con ninguna actividad ilícita o estar del lado de algún grupo criminal.
En ese entonces hizo un llamado al gobierno federal para que combatiera de manera más frontal al crimen organizado en Michoacán.
Carlos Manzo había sido objeto de múltiples amenazas, debido a su participación activa en el combate a delitos en todo el municipio de Uruapan. Los mismo participaba en la detención de ladrones y narcomenudistas, que de homicidas y secuestradores.
El pasado 27 de agosto, Manzo Rodríguez anunció la captura de alias El Rino, presunto criminal identificado como el segundo al mando del Cártel Jalisco Nueva Generación en Uruapan.
El 2 de julio de este 2025, en la comunidad indígena de Cherán, policías comunitarios y personal de la Guardia Nacional asignados a la seguridad se enfrentaron a un grupo armado que pretendía llegar a la Normal de aquel poblado, donde el alcalde uruapense apadrinaría a una generación de nuevos profesores, pero ante los hechos de violencia el evento se canceló.