Daniel Herrera | Piedras Negras, Coahuila; 31 de diciembre de 2025. — Los rituales de Año Nuevo son prácticas simbólicas que muchas personas realizan para cerrar ciclos y comenzar uno nuevo con esperanza, ya sea por creencias personales, tradición familiar o costumbre transmitida de generación en generación.
Estas acciones suelen realizarse porque brindan tranquilidad emocional y la sensación de tener control sobre lo que viene, además de ayudar a establecer propósitos relacionados con el amor, la salud, el trabajo, el dinero o los viajes.
Entre los rituales más comunes se encuentran comer doce uvas al sonar las campanadas, usar ropa interior de colores específicos, salir a correr con maletas para atraer viajes, limpiar la casa o utilizar canela, lentejas y dinero como símbolos de abundancia.
En ciudades como Piedras Negras, estas tradiciones generan un aumento en la actividad comercial durante diciembre, especialmente en hierberías y comercios locales, impulsadas también por la llegada de paisanos y el ambiente festivo de fin de año.
Sin embargo, estas prácticas se han perdido poco a poco con el paso del tiempo, principalmente en zonas urbanas, donde el ritmo acelerado de la vida y el uso de la tecnología han reducido los rituales colectivos.
A pesar de ello, los rituales de Año Nuevo persisten de forma adaptada, manteniéndose como una expresión cultural que, más allá de supersticiones, representa deseos positivos y la necesidad humana de iniciar el año con fe y optimismo.