Redacción.- Hoy se cumple un año de la tragedia de la explosión de una toma clandestina en Tlahuelilpan, Hidalgo y que se cobró la vida de 137 personas.
Sin embargo, a pesar de esto y el despliegue de fuerzas federales, el robo de combustible persiste, sobre todo a lo largo del ducto Tuxpan-Tula.
Al informar sobre los apoyos otorgados a los afectados por la explosión ocurrida hace un año, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que Hidalgo concentró 57 de las 96 tomas clandestinas halladas entre el 10 y el 16 de enero.
A este le sigue el Estado de México, con 22 piquetes y Nuevo León, con cinco puntos de huachicoleo encontrados durante la última semana.
Aseguró que no debe culparse o estigmatizar a los habitantes de Tlahuelilpan por la tragedia registrada.
“No debe de haber motivo para estigmas, somos todos productos de circunstancias, es la circunstancia lo que lleva a ciertas actividades o a procederes. Es el hombre y su circunstancia, la mujer y su circunstancia, las familias y sus circunstancias. Nadie puede sentirse culpable” .
El titular del Ejecutivo federal reiteró que tras su decisión de desplegar fuerzas militares en los ductos que eran más vulnerados, se redujo en más del 90 por ciento el robo de combustible en el país.
Negó que otros delitos se hayan incrementado en los 23 municipios por donde cruza el ducto.
El gobierno federal construirá un memorial por las víctimas de la explosión de la toma clandestina de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) el 18 de enero del año pasado.
Se han llevado a cabo reuniones con 80 familiares de los afectados por la explosión.
Se realizó una encuesta a 67 familiares directos de los afectados respecto de la entrega de programas sociales y se realizaron conversatorios para la reconstrucción del tejido social con temas sobre la convivencia y con atención para los jóvenes.