Un equipo de arqueólogos analizó los restos de tres momias egipcias correspondientes al periodo romano tardío (entre finales del siglo III y del siglo IV d.C.) y descubrió que al menos una de ellas todavía conserva el cerebro y otros órganos internos.
Estos hallazgos fueron posibles gracias al uso de nuevos escáneres especializados y publicados en la revista Plos One.
Mediante análisis de tomografía computarizada lograron obtener información sobre el estado de conservación de los cuerpos, la técnica de momificación artificial usada, la edad de los individuos en el momento de la muerte, así como su género, altura y salud.
Corresponden a un hombre adulto, una mujer de mediana edad y otra mujer joven, son las únicas cubiertas de estuco que se han encontrado en la antigua necrópolis de Saqqara.
En el proceso, los cuerpos se colocaban sobre tablas de madera antes de se envueltos en tela, yeso y oro, añadiéndose en la superficie un retrato de cuerpo entero.
El experto considera el hallazgo como una prueba del cambio de técnicas aplicadas en el tratamiento corporal previo a la momificación, pues la práctica común en Egipto contemplaba la eliminación del cerebro a través de los orificios de la nariz, así como de los órganos internos.
Además identificaron cuentas de collares, una horquilla y objetos de metal denso, como sellos de plomo, clavos y dos monedas o medallones, con los que fueron enterrados los individuos.