Este miércoles, entró en vigencia la ley que prohíbe el aborto después de las seis semanas de embarazo en el estado de Texas, firmada por el gobernador Greg Abbott el 19 de mayo.
La nueva legislación es parte de una serie de restricciones promovidas por la campaña ‘latido del corazón’ y recientemente promulgadas por gobernadores republicanos.
A diferencia de las leyes antiaborto de otros estados, esta prohíbe a los funcionarios estatales hacerla cumplir y, en cambio, permite a cualquier persona denunciar a proveedores de estos servicios o a cualquiera que ayude a una mujer a interrumpir voluntariamente el embarazo después del plazo establecido.
Esta prohibición que no tiene excepciones para casos de violación o incesto, únicamente para casos de emergencias médicas.
Algunas clínicas de aborto en el Estado, motivadas por las condiciones de ejecución de esta ley, ya rechazaban pacientes en el límite del plazo establecido, incluso antes de que la nueva ley entrara en vigencia.