El Halloween o “noche de brujas” se ha convertido en una conocida fiesta estadounidense que cada año gana más adeptos en todo el mundo.
Decorando las casas de formas “terrorífica” y los niños saliendo a que les regalen caramelos, y jóvenes y adultos reuniéndose hasta la madrugada con bebidas y máscaras como parte de los festejos.
En realidad, los orígenes de la tradición se pierden en el tiempo y se mezclan con un poco de religión y paganismo.
Orígenes
Las raíces de Halloween no están realmente en Estados Unidos, sino en Reino Unido y su nombre proviene de una frase inglesa “All Hallows’ Eve”, lo que se traduciría como víspera de todos los santos.
La Iglesia católica instituyó como una de sus celebraciones el “Día de todos los santos”, en honor de los que “gozan de la vida eterna en la presencia de Dios” y que no aparecen en santorales o no se conoce su nombre.
Hasta el siglo XVI, la noche previa a esta celebración se realizaba un servicio de vísperas y de ahí el nombre del festejo.
Estudios más recientes establecieron que las hogueras y una celebración de buenas cosechas eran también características del festejo pagano de Samhain, uno de los cuatro festivales anuales que celebraban el inicio de las estaciones.
Pero esta teoría se basa en escasas evidencias y algunos historiadores han señalado que la celebración fue cambiando de región a región, de país en país y, entre muda y muda, alteró incluso su sentido.
En el siglo VIII, hubo un punto de inflexión: el papa Gregorio III cambió la fecha original del “Día de todos los santos” del 13 de mayo al 1 de noviembre. No está claro si el movimiento, que también hizo obligatoria la celebración religiosa para todos los católicos, fue un intento de “cristianizar” Samhain.
¿Cómo llegó la celebración a EEUU?
Durante la Gran Hambruna (1845-49) en Irlanda, que en ese entonces formaba parte del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda, más de un millón de personas emigró a Estados Unidos y se llevaron consigo su historia y tradiciones.
Pero hubo algunas adiciones cruciales, como la introducción de espantapájaros en las decoraciones: el maíz era un cultivo crucial en la agricultura estadounidense.
Hubo otros, como la clásica frase de “trato o truco” de los niños o el uso de las calabazas (la tradición británica era tallar nabos).
De acuerdo con algunos historiadores, la celebración cobró auge después de la Segunda Guerra Mundial, cuando terminó el racionamiento de alimentos.
Actualmente
Hoy en día, Halloween es el día festivo no religioso más grande de EEUU: de hecho, superó al Día de San Valentín y la Semana Santa como el período pico para las ventas de chocolate ya en 2010.
A lo largo de los años, se ha exportado a otros países, muchos de ellos en Latinoamérica, como México.