Todas las lunas llenas tienen apodos populares, la raíz de estos nombres es ancestral, pues los primeros seres humanos no medían el tiempo con los meses del calendario juliano o gregoriano, ya que aún no existían.
En lugar de ello, cada tribu daba un nombre particular a cada luna llena para marcar el paso de las estaciones y para guiarse con el paso de los meses.
Estos nombres solían estar relacionados con eventos naturales o actividades importantes que ocurrían en esa época del año.
Las lunas llenas ocurren cuando la Luna está en el lado opuesto de la Tierra al Sol, la de marzo o Luna de Gusano, rinde homenaje a la agitación de las lombrices de tierra y las larvas de insectos en el suelo que se calientan lentamente a finales del invierno y principios de la primavera en América del norte.
A medida que el invierno retrocedía, el suelo comenzaba a descongelarse y las lombrices de tierra que se encontraban atrapadas en el suelo congelado, regresaban a la superficie haciendo su primera aparición primaveral que atraía (y atrae) la atención de los petirrojos y otras aves recién nacidas (y otros animales que despiertan de la hibernación), y de los agricultores de esas primeras tribus de nativos americanos que históricamente dependían del tiempo de la naturaleza para plantar.
Aunque no solo se conoce por este nombre a la luna del mes de marzo. Dependiendo del lugar y la tribu, también se le conoce como luna casta, luna de la muerte, luna de la corteza o luna de la savia, por el golpeteo de los árboles de arce.
¿Cuando verla?
La luna de gusano tiene lugar del 13 al 14 de marzo, al mismo tiempo que el esperado eclipse total de Luna.