Por: La Afición
Dallas, Texas.- El Día de Acción de Gracias en Estados Unidos es sinónimo de reunión familiar, enormes banquetes y, de manera inevitable, de futbol americano profesional. La National Football League (NFL) ha forjado una tradición que data incluso más allá de sus cimientos, ofreciendo una triple cartelera anual que captura la atención de millones de espectadores, convirtiendo el pavo y el touchdown en elementos igualmente esenciales de la festividad.
Esta costumbre, que se remonta a los primeros días del deporte, se distingue por la presencia de anfitriones fijos, los Detroit Lions y los Dallas Cowboys, y un tercer encuentro en horario estelar que rota entre diferentes sedes.
Para esta ocasión, tendremos a los Green Bay Packers de Jordan Love y Micah Parsons visitando a Jared Goff, Jahmyr Gibbs y Aidan Hutchinson en el Ford Field de Detroit; con Patrick Mahomes y los Kansas City Chiefs que se meterán al AT&T Stadium de Dak Prescott y los Cowboys; y el regreso de Joe Burrow a los emparrillados se dará cuando los Cincinnati Bengals se jueguen su última carta ante unos Baltimore Ravens que, con un Lamar Jackson sano, están en evidente ascenso por la AFC Norte
El origen de una tradición deportiva
El arraigo del futbol americano en el Día de Acción de Gracias precede incluso a la fundación de la NFL. La práctica se inició en 1876, poco después de la invención del deporte, aprovechando que la mayoría de los ciudadanos disfrutaban de un día libre laboral. Esta costumbre comenzó en el ámbito colegial, con las universidades de Yale y Princeton iniciando un enfrentamiento anual en la fecha. La Universidad de Michigan también adoptó esta tradición, celebrando 19 partidos de Acción de Gracias entre 1885 y 1905, con los duelos contra los Chicago Maroons de la década de 1890 siendo considerados el verdadero inicio de esta tradición. La popularidad del futbol americano en esta fecha era tal que, incluso en el ámbito de la escuela secundaria, especialmente en el área de Nueva Inglaterra, se convirtió en el cierre de la temporada regular.
Cuando el ovoide se profesionalizó, jugar en este día ya era una institución establecida. Los registros de encuentros profesionales en Acción de Gracias se remontan a la década de 1890 con equipos como la Allegheny Athletic Association. Las ligas precursoras de la NFL, como la Ohio League y la New York Pro Football League, programaron frecuentemente sus duelos más importantes para esta jornada. Un ejemplo notable fue el enfrentamiento en 1919 entre los Buffalo Prospects y los Rochester Jeffersons en la Liga de Nueva York, que terminó en empate y condujo a un partido de desempate para definir el campeonato.
La Liga, desde su inauguración en 1920, acogió la tradición. En sus primeros dieciocho años, varios equipos de la NFL primitiva participaron regularmente, incluyendo a los Chicago Bears, los Chicago Cardinals, los Frankford Yellow Jackets, los Buffalo All-Americans, y los New York Giants, quienes siempre jugaban contra un rival de la misma ciudad.
Sin embargo, el ímpetu que consolidó la tradición proviene de Detroit. En 1934, George A. Richards, el primer propietario de los Lions, heredero de la franquicia de los Portsmouth Spartans, inició el encuentro anual de Acción de Gracias en la ciudad, buscando generar entusiasmo por su recién renombrado equipo. El primer partido fue contra los Chicago Bears de George Halas, atrayendo a 26 mil espectadores, aunque los Lions cayeron 19-16. El movimiento de Richards se distinguió por su astucia mediática: aprovechó su propiedad de la estación de radio WJR, una filial de la NBC Blue Network, para negociar la transmisión en vivo de los juegos a nivel nacional, garantizando así la visibilidad del evento.
La tradición se vio interrumpida brevemente debido a la controversia llamada Franksgiving entre 1939 y 1940, cuando el presidente Franklin Roosevelt intentó adelantar la fecha de la festividad por razones económicas, y posteriormente debido a la Segunda Guerra Mundial, con la liga cancelando los juegos de 1941 a 1944. Cuando se reanudó la programación en 1945, solo el juego anual de los Lions se mantuvo en el calendario.
La incursión de Dallas consolidó el dúo
La segunda pieza fundamental del día festivo se estableció en 1966, con la adopción de la práctica por parte de los Dallas Cowboys. El entonces presidente del equipo, Tex Schramm, fue el hombre detrás de esta decisión. Contrario a la leyenda urbana que sugiere que los Cowboys exigieron ser anfitriones como condición para jugar, Schramm se ofreció voluntariamente al ver el inmenso potencial publicitario de un partido televisado a nivel nacional de forma permanente. Schramm también anticipó una ventaja estratégica: la semana más corta favorecería al equipo local, que perdería menos tiempo en viajes y más tiempo en preparación. El primer encuentro de Dallas fue una victoria de 26-14 sobre los Cleveland Browns en el Cotton Bowl, con una asistencia de 80 mil 259 personas.
En 1975 y 1977, el comisionado Pete Rozelle intentó reemplazar a Dallas con los St. Louis Cardinals, hoy Arizona Cardinals. Sin embargo, la menor popularidad nacional de los Cardinals, ademas de su inconsistente desempeño, malos resultados en los partidos de Acción de Gracias y la oposición de un juego local de preparatoria (el Kirkwood–Webster Groves Turkey Day Game), llevó a que Dallas recuperara su puesto fijo en 1978. A partir de ese año, los Cowboys solicitaron y obtuvieron un acuerdo que les garantizaba un lugar indefinido en la jornada. Desde entonces, el patrón es inmutable: Detroit en el horario temprano de la tarde y Dallas en el horario vespertino.
La evolución de la transmisión y el legado de John Madden
Durante décadas, los juegos de Detroit y Dallas estuvieron sujetos a compromisos de televisión para garantizar que tanto la cadena que transmitía a la Conferencia Americana (AFC) como la que transmitía a la Conferencia Nacional (NFC) tuvieran al menos un juego. Esto significaba que uno de los juegos era interconferencia (AFC vs. NFC) y el otro, intraconferencia (NFC vs. NFC, siendo uno de los anfitriones).
El siglo XXI trajo una expansión significativa, pero sin los mismos beneficios que gozan los Lions y los Cowboys. Desde 2006, un tercer juego se agregó en horario de máxima audiencia (prime time). Inicialmente transmitido por NFL Network, se trasladó a NBC en 2012 como parte de su paquete Sunday Night Football. Este juego nocturno no tiene anfitrión permanente ni restricciones de conferencia, lo que permite a la Liga programar cualquier enfrentamiento que considere atractivo.
A lo largo de los años, la Liga ha dotado a los juegos de Acción de Gracias con una marca distintiva. Bautizados como el Thanksgiving Classic en 2001, en 2022 cambiaron su nombre a John Madden Thanksgiving Celebration. Este cambio honra la memoria del legendario entrenador y comentarista John Madden, quien falleció en diciembre de 2021 y se convirtió en una figura icónica de las transmisiones de Acción de Gracias. Madden narró 20 juegos en este día festivo con CBS y Fox, y se le atribuye la popularización del Turducken (un pavo relleno de pato y pollo) al discutir su amor por el plato en sus transmisiones. Madden encapsuló el sentir de muchos aficionados con su famosa frase: “No hay lugar donde preferiría estar hoy en Acción de Gracias que aquí mismo, ahora mismo, en un partido de futbol americano”.
La cartelera para un día de grandes historias
El calendario de la NFL para el Día de Acción de Gracias de este año presenta tres enfrentamientos de alto calibre que se suman a la rica historia de la jornada: los Green Bay Packers visitan a los Detroit Lions, los Kansas City Chiefs se miden contra los Dallas Cowboys, y los Cincinnati Bengals cierran la noche contra los Baltimore Ravens.
El encuentro en Detroit, que es tradicionalmente el primero en comenzar, evoca el pasado, ya que los Packers fueron los oponentes perpetuos de los Lions durante trece temporadas, desde 1951 hasta 1963. El segundo duelo en Dallas destaca a los Kansas City Chiefs, cuyo quarterback Patrick Mahomes, dos veces MVP de la liga, hará su debut en Acción de Gracias. Él está empatado con Lamar Jackson de los Ravens por la mayor cantidad de premios MVP ganados por un jugador antes de su primer juego de Acción de Gracias en la era del Super Bowl.
Y es precisamente Lamar el que hará su presentación en el cierre de la noche, con los Cincinnati Bengals frente a los Baltimore Ravens. El partido ofrecerá un enfrentamiento de campeones del Trofeo Heisman, un hecho poco común en Acción de Gracias. El quarterback de los Bengals, Joe Burrow (Heisman 2019), se enfrentará al mariscal de campo de los Ravens, Lamar Jackson (Heisman 2016), y a su corredor estrella, Derrick Henry (Heisman 2015). El último juego de Acción de Gracias con múltiples ganadores del Heisman se produjo en 1979, con Earl Campbell de los Houston Oilers, y Roger Staubach y Tony Dorsett de los Cowboys.
Datos y récords
La jornada de Acción de Gracias ha sido escenario de momentos memorables y récords que perduran:
Líder histórico de yardas por pase: Matthew Stafford (ex-Detroit Lions), con 3,000 yardas.
Mayor cantidad de touchdowns por pase en un partido: empate entre Peyton Manning (2004) y Bob Griese (1977) con seis.
Récord de yardas por tierra en un partido: O. J. Simpson (1976), con 273 yardas, a pesar de que su equipo, los Buffalo Bills, perdió ante los Lions.
Líder histórico de touchdowns por recepción: Calvin Johnson (ex-Detroit Lions), con 11.
En cuanto a la trayectoria de los equipos, los Lions ostentan el mayor número de victorias con un récord de 38-45-2, mientras que los Cowboys tienen un mejor porcentaje de victorias con 34-22-1 (.605).
La historia de los juegos de Acción de Gracias está plagada de encuentros icónicos que han pasado a la leyenda de la NFL.
La paliza del Día de Acción de Gracias (1962): Los Detroit Lions infligieron la única derrota de la temporada a los Green Bay Packers (que tenían un récord de 10-0) con un marcador de 26-14, en gran parte gracias a una defensa dominante que capturó a Bart Starr 11 veces.
La sorpresa de Longley (1974): Tras una lesión del legendario Roger Staubach, el quarterback suplente de los Cowboys, Clint Longley, lideró una espectacular remontada en el último cuarto para vencer a Washington 31-27.
El vuelo de O. J. Simpson (1976): Un encuentro de contrastes, donde Simpson rompió el récord de la NFL de yardas terrestres en un juego con 273, pero su QB suplente, Gary Marangi, tuvo una de las peores actuaciones por aire de la historia.
El final más corto (1980): El primer juego de Acción de Gracias en tiempo extra vio a los Chicago Bears vencer a los Lions 23-17. Dave Williams de los Bears devolvió la patada inicial 95 yardas para un touchdown en solo 13 segundos, estableciendo el récord del periodo de tiempo extra más corto de la NFL.
El engaño de la moneda (1998): Conocido como “The Coin Toss game”, el réferi central Phil Luckett declaró a los Lions como ganadores del lanzamiento de moneda en tiempo extra a pesar de la confusa llamada de Jerome Bettis de los Steelers, lo que permitió a Detroit ganar rápidamente. Ese mismo día, el novato Randy Moss de los Vikings tuvo una presentación estelar ante una audiencia nacional, atrapando cinco pases para 157 yardas y tres touchdowns contra Dallas.
El Butt Fumble (2012): Uno de los momentos más infames de la historia de la NFL, cuando el quarterback de los New York Jets, Mark Sanchez, chocó contra su propio liniero ofensivo, resultando en un fumble que los New England Patriots devolvieron para un touchdown.
Incluso el drama de la banca ha tenido su lugar. En 2013, el head coach de los Pittsburgh Steelers, Mike Tomlin, fue multado por la NFL con 100 mil dólares después de que una repetición de video sugiriera que interfirió intencionalmente en un regreso de patada de Jacoby Jones de los Ravens.
El debate sobre los anfitriones fijos
A pesar del profundo arraigo de la tradición, la permanencia de los Lions y los Cowboys como locales vitalicios en la festividad ha sido objeto de debate, especialmente cuando los Lions pasaron por rachas perdedoras significativas.
La controversia se intensificó en 2008, en medio de una racha de cuatro derrotas de Acción de Gracias y una temporada que los llevaría al infame récord de 0-16. Los medios y el público cuestionaron si Detroit, con sus constantes dificultades y escaso atractivo mediático en ese momento, merecía el lugar, llegando incluso a requerir una extensión para evitar un apagón televisivo local. El comisionado Roger Goodell mantuvo la posición de los Lions en el calendario para 2009, pero la reevaluación se mantuvo como una posibilidad futura. Con el resurgimiento del equipo en la década de 2020, las objeciones se han desvanecido casi por completo
Los Dallas Cowboys, por su parte, al ser un equipo con mayor atractivo televisivo, han enfrentado menos críticas. No obstante, se ha discutido la ventaja percibida de jugar en casa en un horario de semana corta. Jugar en casa ofrece al equipo anfitrión un día extra de práctica o preparación en comparación con el equipo visitante, que debe dedicar tiempo al viaje. Sin embargo, con la introducción del Thursday Night Football a lo largo de toda la temporada, la preocupación por la ventaja desequilibrada en el campo ha disminuido, y el comisionado Goodell ha declarado que no anticipa cambios en el sistema de anfitriones permanentes en el futuro previsible.
La introducción de un tercer juego en prime time desde 2006 permitió efectivamente a todos los equipos de la Liga la oportunidad de jugar en Acción de Gracias, aliviando la presión para que se elimine la tradición de los anfitriones fijos. De hecho, los Jacksonville Jaguars son la única franquicia de la NFL que nunca ha jugado en Acción de Gracias, principalmente debido al tamaño de su mercado local y la falta de rivalidad natural con los anfitriones tradicionales. Los Jaguars, junto con Los Angeles Rams y los Cleveland Browns, son los únicos equipos sin participación en la festividad desde 1990.
El espectáculo de los juegos de Acción de Gracias se extiende más allá del campo. La tradición de incluir un concierto de medio tiempo se inició en 1997, cuando Jerry Jones, propietario de los Cowboys, orquestó la actuación de la superestrella del country Reba McEntire para lanzar la campaña anual Red Kettle del Ejército de Salvación, una iniciativa que desde entonces se ha convertido en un elemento básico de la jornada.
Este año, los espectáculos de medio tiempo contarán con la participación de Jack White en Detroit, Post Malone en Dallas, y Lil Jon en Baltimore. Estos artistas añaden un elemento de entretenimiento moderno a una celebración que se nutre profundamente de su historia
Ya seas de los espectadores quieran tener datos curiosos para sus reuniones familiares, como la participación de ex equipos como los New York Yankees y los Brooklyn Dodgers de futbol americano en la era de los cascos de cuero, o simplemente quieras disfrutar de buen futbol americano, debes saber que la jornada del Día de Acción de Gracias de la NFL sigue siendo una cita obligada en el calendario cultural estadunidense, combinando la gratitud familiar con la pasión deportiva en una triple celebración del futbol americano.