Redacción.- Un pequeño de cinco años terminó con parálisis cerebral espástica cuadripléjica luego de que jugando, mordiera una pila.
La madre de Iker Fuentes relató que cuando se dio cuenta de que el menor mordió la batería, ella rápidamente lo trasladó al hospital general en Torreón, Coahuila, a donde asegura, el menor entró por su propio pie, pero su situación empeoró y al paso de los días perdió la capacidad de caminar.
Tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica de alto riesgo pero lamentablemente, resultó con hidrocefalia, cuadrapléjico y postrado en una cama de por vida.
Las pilas son fuentes de energía altamente tóxicas, contienen mercurio, cadmio, litio y plomo, sustancias sumamente dañinas para la salud y el ambiente.
Una alta exposición al mercurio, por ejemplo, puede dañar el cerebro y los riñones, provocar retraso mental y problemas para caminar y hablar, así como ceguera y convulsiones.
Los niños jamás deben tener a su alcance las baterías, especialmente las pilas de botón. Si un pequeño ingesta una pila, es peligros que ésta se vaya al pulmón, porque podría producir falta de aire; si la pila se atasca en el esófago, el niño tendrá problemas para tragar, dolores de garganta y riesgos serios de ahogarse.
Un mes después, los padres de Iker tienen la esperanza de aliviar su situación, a través de terapias físicas, visuales y de lenguaje. Sin embargo, su situación económica no les permite solventar los gastos médicos y los tratamientos.