Redación.- Hace unas dos semanas, precisamente el 26 de agosto, el observatorio de dinámicas solares de la NASA (Solar Dynamics Observatory, SDO) registró lo que se define como un tsunami solar, cuyos efectos en tres años podrían ser de gravedad para la región, como dejar sin internet a millones de personas en el continente.
El tsunami solar, catalogado como el Sunspot AR2859, produjo una llamarada solar como se puede apreciar en el siguiente gif ultravioleta en falso negativo, revelado por el SDO de la NASA.
Si bien la mayor parte de la Tierra expuesta al Sol no fue afectada por el mencionado fenómeno, algunas personas podrían ver interrumpido el servicio de internet, en un futuro cercano, sostiene la ciencia debido a la creciente probabilidad de que se produzca una gran tormenta solar en aproximadamente tres años.
Esto es debido a que se espera que el Sol alcance su “máximo solar” en 2024, cuando produce más electrones y protones que los habituales, terminando con erupciones solares y eyecciones de masa coronal que crearían nubes de plasma que afectarían a la Tierra en forma de tormenta magnética.
Y esto aboga a la teoría que América del Norte es una de las regiones más vulnerables en caso de que ocurra una supertormenta, que podría dejar sin internet a una gran masa de población, y durante meses, entre otros efectos.
Ni el cambio climático, ni la caída de la economía, ni el Covid-19: el Sol podría ser uno de los causantes de un posible apocalipsis de internet, pese a las defensas naturales que el propio planeta Tierra posee.
“La comunidad de las redes ha pasado por alto en gran medida este riesgo durante el diseño de la topología de la red y los sistemas geodistribuidos como el DNS y los centros de datos”, dice el estudio del investigador Sangeetha Abdu Jyothi, de la Universidad de California, que indica que la red de redes no está preparada de para una eventual tormenta solar de magnitud.
El problema se ve agravado por los cables submarinos, que es donde se encuentra la mayor parte de la conexión a internet, y no están conectados a tierra, por lo tanto son más pasibles de sufrir cualquier interrupción.