El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el lunes desplegar la Guardia Nacional en Washington DC y que pondrá bajo control federal a la policía de la capital estadounidense.
Lo anterior, para combatir la delincuencia, una medida que ha sido criticada por las autoridades demócratas de la ciudad, que la consideran desproporcionada.
El anuncio fue en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, luego de que el mandatario catalogara a la ciudad, como una de las más peligrosas de EEUU.
“Nadie quiere ser asaltado, violado, tiroteado y asesinado”, dijo el presidente, asegurando que la tasa de homicidios en Washington DC es más alta que en algunos “de los peores lugares del mundo” y que el número de robos y secuestros de automóviles también ha aumentado.
Sin embargo, los registros de la policía local muestran que se ha producido una reducción del 7% en todos los delitos cometidos en la ciudad en lo que va de año, con una disminución del 26% en el número total de delitos violentos. Los homicidios han descendido un 12% en el mismo periodo.
La alcaldesa de la ciudad, la demócrata Muriel Bowser, calificó el anuncio del presidente como “inquietante y sin precedentes” y aseguró que está basado en la percepción de criminalidad que tuvo Trump durante su primer gobierno (2017-2021) y la pandemia de COVID-19.
En su anuncio, Trump dijo que era hora de tomar “medidas drásticas” entre las que se incluyen:
- Declaratoria oficial de emergencia de seguridad pública en Washington D.C.
- Se desplegarán más agentes de policía y del FBI en las calles.
- La fiscal general Pam Bondi asumirá el control del Departamento de Policía Metropolitana (MPD).
- Se expulsará a las bandas criminales de la ciudad.
Se trata de la segunda vez desde su regreso al poder que Trump recurre a este cuerpo, tras haberlo hecho en Los Ángeles para contener protestas contra las redadas migratorias, en una decisión que también generó oposición en California.