Piedras Negras conmemoró su 175 aniversario con una sesión extraordinaria de Cabildo que trascendió lo protocolario para convertirse en un acto de profunda gratitud y memoria viva en el Auditorio José Vasconcelos. En esta ocasión, se entregaron tres preseas a figuras que encarnan los valores de una comunidad que no olvida a quienes la han construido con entrega, solidaridad y visión.
Durante la sesión, se destacó la vida y obra del Profesor Fausto Zeferino Martínez Morantes, pionero de la educación en la región y fundador de diez instituciones educativas. Su compromiso con la enseñanza inició en el municipio de Ocampo, pero fue en 1927 cuando llegó a Piedras Negras y visualizó la necesidad urgente de infraestructura educativa, en 1930, fundó la Escuela Secundaria Federal No. 11, la primera del sistema foráneo en todo México, inicialmente instalada en una casa sobre la calle Cuauhtémoc. Años más tarde, debido a la alta demanda, la escuela fue trasladada a un edificio emblemático en la esquina de Rayón y Padre de las Casas, en lo que fuera la antigua plaza Benito Juárez. Su legado sigue vivo, no sólo en el edificio que lleva su nombre, sino en las generaciones que aún se forman bajo la inspiración de su ejemplo, su hijo, el Profesor Xavier N. Martínez Aguirre, recibió la presea con profunda emoción y orgullo familiar.
El segundo reconocimiento fue para la Profesora Angélica Galindo García, cuya vida ha sido un acto continuo de amor y entrega. Al frente de una casa hogar, brindó refugio y afecto a decenas de niñas y niños en situación de abandono y aunque la institución cerró en 2016, algunas de las niñas, ya jóvenes con historias difíciles y problemas de salud, decidieron permanecer a su lado, encontrando en ella a una madre incondicional. Tres veces condecorada con la medalla Victoriano Cepeda por el Gobierno del Estado, su vida es símbolo del rostro más noble de esta ciudad, el que abraza sin condiciones.
La tercera presea fue otorgada a Juan Javier “Shibuya” Díaz Tavares, incansable promotor del deporte como herramienta de transformación social. Consciente de los riesgos que enfrentan niñas, niños y jóvenes, ha dedicado su vida a abrir caminos de disciplina, salud y valores a través del boxeo y otras disciplinas, desde las modestas instalaciones de su hogar y espacios públicos, ha formado generaciones enteras, ofreciendo entrenamiento gratuito, orientación y apoyo emocional. Además, ha encabezado peleas a beneficio de causas médicas, sociales y educativas en todo el estado y más allá, consolidando su legado como un puente de esperanza.
En su intervención, el alcalde Jacobo Rodríguez resaltó el valor simbólico de este aniversario y la trascendencia de los homenajeados, ya que estos tres nombres no son solo motivo de orgullo, si no son faros de una ética comunitaria que deben preservar. Son prueba de que Piedras Negras no solo tiene historia, sino que está llena de personas que todos los días la escriben con honestidad, servicio y convicción.
“Hoy celebramos 175 años de historia, de lucha, de identidad. Piedras Negras fue fundada entre desafíos, pero jamás se rindió. Surgió como frontera, pero se convirtió en corazón, fue cruce de caminos, pero eligió ser destino”, enfatizó.
El presidente municipal subrayó que la verdadera fortaleza de la ciudad no está solo en su dinamismo económico o ubicación estratégica, sino en el carácter de su gente, madres, jóvenes, maestros, emprendedores y ciudadanos que, día con día, edifican una comunidad ejemplar.
“Que esta conmemoración nos encuentre con la frente en alto, el alma despierta y el corazón dispuesto a seguir construyendo pese a toda adversidad. Que los próximos 175 años estén guiados por los principios que nos trajeron hasta aquí: unidad, justicia, trabajo y amor profundo por nuestra ciudad y por México”, concluyó.