Redacción.- Un policía de Texas, Matthew Luckhurst, busca recuperar su trabajo luego de que fuera cesado de sus labores, entre otras cosas, por darle un sándwich con excremento a un desamparado.
Luckhurst, era un oficial patrullero de bicicletas en el Departamento de la Policía de San Antonio.
El 6 de mayo de ese año, él y otros dos oficiales estaban sacando a las personas sin hogar de un estacionamiento marcado con letreros de “No Traspaso”.
Según documentos de arbitraje, cuando Luckhurst y los oficiales pidieron a las personas que se retiraran, el primero notó basura que incluía excrementos de perro y una rebanada de pan. Este los tomó y colocó en un recipiente de comida, que dejó “muy cerca” de un hombre sin hogar quien después recogió el contenedor, pero al olerlo decidió arrojarlo.
Por este incidente fue despedido, sin embargo recuperó su trabajo por un tecnicismo aunque un árbitro interno de la oficina repudió el acto.
Fue despedido una segunda vez por otra “broma” a las que está acostumbrado, en el mismo año, esa vez, defecó en un baño para mujeres y lo dejó sucio y manchado.
Ahora, el ex oficial se justifica diciendo que “en retrospectiva, actuó de forma inmadura y solicita le den una nueva oportunidad para desempeñarse correctamente esta vez”. El ex agente catalogó los anteriores incidentes tan solo como “bromas pesadas”.