El pleno del Senado aprobó en lo general la propuesta que crea la Ley General de Aguas y las modificaciones a la Ley de Aguas Nacionales, iniciativa impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
La minuta fue aprobada con 85 votos a favor y 36 en contra, en una sesión que inició en la tarde tras la aprobación en la Cámara de Diputados.
Tras la aprobación en lo general, los senadores ahora discuten las reservas a la ley, tras lo que volverá a someter a votación para que así sea aprobada en lo particular.
La minuta que ahora analiza la Cámara Alta llega precedida por un proceso legislativo ríspido y extenuante en el Palacio de San Lázaro. El Pleno de la Cámara de Diputados avaló la expedición de la nueva Ley General de Aguas, así como reformas a la Ley de Aguas Nacionales, tras una sesión que se prolongó por más de 24 horas y que concluyó apenas este 4 de diciembre. El dictamen fue aprobado en lo general con 328 votos a favor, provenientes del bloque mayoritario, frente a 131 en contra de la oposición y cinco abstenciones.
El debate estuvo condicionado por la presión social y política. Previo a la discusión, organizaciones campesinas bloquearon los accesos al recinto legislativo, lo que obligó a adelantar los trabajos parlamentarios; el cerco se levantó hasta las 16:00 horas, permitiendo el desahogo de la agenda.
Durante la discusión en lo particular, se presentaron más de 500 reservas, de las cuales el Pleno aceptó solo 18 modificaciones. Entre los cambios avalados destacan ajustes en materia de responsabilidad hídrica, la obligación de aviso previo por riesgo de disponibilidad y la revisión de penalidades por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
En total, el texto enviado al Senado incluye 68 cambios respecto a la iniciativa original del Ejecutivo.
La nueva Ley General de Aguas indica que las concesiones no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.