El Gobierno de Suiza inició debates para incluir en la Constitución Nacional derechos de los animales, especialmente de los domésticos, como respuesta a una iniciativa popular contra la ganadería intensiva.
Esta sería para incluir obligaciones para salidas regulares de estos animales domésticos al aire libre, así como condiciones respetuosas durante su sacrificio, como reclama la iniciativa.
Hay escaleras, por ejemplo, para gatos por toda Europa, pero son particularmente numerosas en Suiza, que alberga casi 1,5 millón de gatos domésticos.
Los gatos son la mascota más común del país porque casi dos tercios de la población vive en alquiler y los caseros suizos son más abiertos a aceptar gatos que perros.
El Consejo Federal también pidió incorporar en la Constitución normas de la llamada “agricultura ecológica”, aunque se mostró más reticente a hacerlo ya que sería “incompatible con los acuerdos comerciales” y difícil de generalizar.
Las iniciativas, que incluyen la obligación de que las zonas de descanso del ganado porcino sean cubiertos con ropa de cama, lo que según ciertos estudios mejora la resistencia de estos animales a enfermedades, podrían ser sometidas a referéndum en la convocatoria trimestral del próximo 29 de noviembre.