Redacción.- La noche en Ecuador fue de festejo ante la derogación del decreto 883 anunciada luego del diálogo entre el movimiento indígena y el gobierno.
El festejo se apoderó de la noche cuando se anunció que el decreto 883 había sido derogado luego de once días de movilizaciones populares. El anuncio fue dado luego de una tensa jornada de diálogo entre el gobierno y el movimiento indígena representado centralmente por la Coordinadora de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAI).
El diálogo entre las partes había sido anunciado el día anterior luego de que Moreno decretara el toque de queda indeterminado a partir de las tres de la tarde.
Esa jornada había sido marcada por una gran movilización, donde muchos sectores de la capital se habían acercado al punto central de protesta, transformado el centro en calles de barricadas enfrentadas a la represión gubernamental.
Así el diálogo era esperado como un punto definitorio: en caso de que Moreno no derogara el decreto 883 entonces la CONAIE se mantendría movilizada, lo que significaría una prolongación de un cuadro de crisis no solamente en Quito sino en todo el país.
Luego de un diálogo con mediación de Naciones Unidas Ecuador y la Conferencia Episcopal ecuatoriana, que tuvo un momento de recesión, llegó el anuncio esperado en todo el país.
Así los festejos no se hicieron esperar, y el sitio de Quito que había sido escenario de grandes represiones, humaredas de cauchos quemados, bombas lacrimógenas y noches de resistencia, se transformó en ebullición de cornetas, aplausos, cantos.
Aún quedan puntos por debatirse acerca de qué sucederá con el decreto, al igual que otros aspectos del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional, los atropellos cometidos por el gobierno durante las grandes represiones que dejaron un saldo, según el último informe de la Defensoría del pueblo, de siete muertos.