Un oso negro hambriento se metió al garaje de la pastelería Taste by Spellbound, ubicado en la localidad de Avon, Connecticut, asustando a varios empleados, y comiéndose 60 pastelillos para luego marcharse.
Los trabajadores estaban metiendo los pedidos a una camioneta cuando de repente apareció el animal.
La propietaria Miriam Stephens, describió todo en una publicación de Instagram, dijo que escuchó a una de sus empleadas pidiendo auxilio porque había un oso en el garaje, declaró que trató de atacarla, por lo que salió del garaje y comenzó a correr.
Uno de los pasteleros finalmente logró que el animal se marchara tras tocar la bocina de su automóvil, pero esto después de comerse 60 pastelillos.
El oso ya se había ido para cuando la policía y los agentes del Departamento de Energía y Protección Ambiental llegaron al sitio.
Es cada vez más frecuente los avistamientos de osos, hay entre 1,000 y 1,200 osos negros viviendo en Connecticut, según la agencia estatal de medio ambiente, y el año pasado se avistaron en 158 de las 169 localidades del estado.