En honor a los seis cadetes conocidos como los Niños Héroes, cada 13 de septiembre se realiza una ceremonia cívica, recordando a los héroes que lucharon por la libertad de México y en memoria al defender el Castillo de Chapultepec durante la invasión del ejército estadounidense.
Se les llama Niños Héroes a los cadetes que murieron en la batalla de Chapultepec en 1847 durante la Intervención estadounidense en México.
El general Winfield Scott determinó, en su carácter de comandante en jefe de la fuerza invasora, llevar a cabo el asalto de la Ciudad de México por Chapultepec, en aquella fecha con intensos bombardeos de artillería.
La defensa de Chapultepec corrió a cargo de 200 cadetes del Colegio Militar a las órdenes de los generales Nicolás Bravo y Mariano Escobedo, así como de 632 soldados del batallón de San Blas bajo el mando del coronel Santiago Xicoténcatl.
Para reforzar a esa pequeña guarnición, el general Antonio López de Santa Anna envió al pie del cerro a 2 mil 450 hombres. Pero eran poco más de 7 mil los invasores.
Después de aniquilar al batallón, los soldados estadounidenses escalaron el cerro y penetraron al Castillo, donde los cadetes mexicanos, la mayoría con edades de entre 15 y 18 años, lucharon cuerpo a cuerpo hasta encontrar la muerte.
En los combates resultaron heridos otros cuatro alumnos del Colegio Militar y 37 fueron hechos prisioneros.
Desde la segunda mitad del siglo XIX se colocó bajo la denominación de Héroes a 6 cadetes del Ejército Mexicano: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia y Vicente Suárez.