Tras la seria biográfica de Netflix, ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez’ que ha causado revuelo, y luego de haber evaluado unas nuevas pruebas, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció el jueves 24 de octubre que recomendará que se dicte una nueva sentencia los hermanos, lo que podría abrir la puerta a su eventual liberación.
Ellos cumplen desde hace más de tres décadas dos cadenas perpetuas consecutivas sin libertad condicional por el asesinato de sus padres en 1989 en su casa de Beverly Hills, en Los Ángeles.
La cuestión queda ahora en manos de un juez, al que harán llegar la recomendación de que elimine las condenas perpetuas sin libertad condicional y que los sentencie en su lugar por asesinato pero con derecho a libertad condicional.
Y es que, bajo la legislación actual, como eran menores de 26 años cuando cometieron los crímenes, tendrían derecho a ello, explicó Gascón.
El abogado de los hermanos, Mark Geragos, los ha descrito como “presos modelo” que han trabajado “incansablemente para reformarse sin la esperanza de ser liberados”.
El asesinato
En 1989 los hermanos mataron a tiros a sus padres, José y Kitty Menéndez, en lo que, según alegaron los fiscales durante el juicio en el que fueron condenados, fue un complot para heredar la fortuna familiar.
Cuando fueron detenidos, los fiscales dijeron que el parricidio estuvo motivado por la codicia. Por su parte, los abogados de los hermanos dijeron que estos habían sido abusados sexualmente por su padre durante años, con el conocimiento de su madre, y que eso los llevó a cometer los asesinatos.
Este cruce de acusaciones, realizadas en un juicio televisado, hicieron que el caso cobrara gran notoriedad en Estados Unidos.
En el primer juicio al que se sometieron los hermanos en 1993 el jurado no pudo acordar un veredicto. En un segundo juicio celebrado en 1996, a los abogados de los Menéndez no se les permitió presentar la mayoría de las pruebas relacionadas con los presuntos abusos sexuales que sufrieron, y estos fueron declarados culpables y condenados a cadena perpetua sin libertad condicional.
Lyle Menéndez tenía 21 años y Erik Menéndez 18 en el momento de los asesinatos.
En caso de que el juez concuerde con la recomendación y decida dictar la nueva sentencia, también habrá que presentar el caso ante una junta de libertad condicional.
Durante décadas familiares y expertos legales han pedido la liberación de los hermanos, asegurando que no representan una amenaza para la sociedad.
Entre las nuevas pruebas que se examinaron está una carta de 1988 que presuntamente Erik Menéndez le habría enviado a su primo Andy Cano, en la que hace referencia a los abusos de su padre.
“He estado tratando de evitar a papá. Todavía está pasando, Andy, pero es peor para mí ahora. No puedo explicarlo. Tiene tanto sobrepeso que no soporto verlo. Nunca sé cuándo va a pasar y me está enloqueciendo”, dice la carta.
Otra prueba que ha salido a la luz recientemente es el testimonio del exintegrante del grupo musical Menudo Roy Roselló, quien asegura que fue abusado por José Menéndez cuando era adolescente.