El incendio forestal que afecta a Tenerife, una isla del océano Atlántico perteneciente a la comunidad autónoma española de Canarias, ha dado un respiro al normalizarse desde la madrugada en su avance, después de unos primeros días de un comportamiento inusual.
Sin embargo, las llamas siguen sin control y ya afectan a nueve municipios. Como medida de precaución, unas 4,000 personas de seis comunidades del noreste de la isla fueron puestas a salvo.
Según protección civil, se han desplegado 350 bomberos y 17 aviones de extinción, y también se están movilizando soldados de la unidad de ayuda de emergencia.
El presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, explicó que las labores de extinción fueron difíciles:
“El trabajo y las operaciones que se han llevado a cabo durante toda la noche han sido muy difíciles. Este es probablemente el incendio más difícil que hemos tenido en Canarias, si no nunca, al menos en los últimos 40 años”.