Redacción.- La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y tercera autoridad del país, la demócrata Nancy Pelosi, anunció este martes la puesta en marcha de la investigación previa para el proceso de destitución o impeachment contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Después de más de dos años con el tema de la trama rusa, el detonante final ha sido un escándalo sobre las presuntas presiones de Trump a Ucrania para perjudicar la candidatura electoral del demócrata Joe Biden, lo que ha desencadenado la gran batalla de Washington.
Este será el cuarto proceso abierto de estas características que el Congreso estadounidense pone en marcha a lo largo de su historia.
“Las acciones llevadas a cabo por el presidente suponen una violación grave de la Constitución”, dijo Pelosi en una comparecencia en el Capitolio.
El impeachment, una operación compleja y de resultados políticos no siempre buenos para quien la impulsa, ha sido un motivo de debate para los demócratas.
La reacción del presidente fue acusar a los demócratas de estar ejerciendo una “caza de brujas” contra él.
“Un día tan importante en Naciones Unidas, tanto trabajo, tal éxito, y los demócratas lo han estropeado a propósito y lo han menospreciado con más noticias de última hora de la basura de la caza de brujas. ¡Es muy malo para nuestro país!”, finalizaba el tuit de Trump.
El origen del caso ucranio, fue una llamada telefónica del 25 de julio entre el presidente de Estados Unidos y el de Ucrania, Volodímir Zelenski, donde supuestamente Trump presionó a su homólogo para que investigase por corrupción a Biden, favorito en las encuestas para retarle en las elecciones del próximo año, así como al hijo, Hunter Biden, por los negocios de este último en el país mientras su padre estaba en el Gobierno.
Según The Wall Street Journal, el presidente pidió hasta ocho veces a Zelenski que abriera la investigación contra los Biden en colaboración con su abogado personal, Rudy Giuliani. Además, llevó a cabo esa maniobra al tiempo que tenía bloqueada la entrega de una ayuda de 250 millones de dólares, que finalmente fueron liberados en septiembre. Giuliani sí ha admitido su presión.
En los últimos días, Pelosi había sondeado a congresistas demócratas moderados que creían que el mandatario habría cruzado una frontera infranqueable si usó su poder para presionar a un líder extranjero con el fin último de perjudicar a un rival político, además de mantener en secreto para el Congreso la denuncia de un miembro de la Administración.
Con estas acusaciones sobre la mesa, Trump se hallaba, de nuevo, ante la acusación de maniobrar con un poder extranjero para perjudicar las posibilidades electorales de uno de sus probables rivales en los comicios presidenciales.
Solo se han completado dos procesos de impeachment en la historia estadounidense, el del presidente Andrew Johnson en 1868 y el de Bill Clinton en 1998, pero ninguno prosperó.