Un avión de vigilancia del Ejército de Canadá detectó sonidos bajo el agua en la zona en la que se busca el sumergible que desapareció el domingo y que se dirigía a visitar los restos del Titanic en el océano Atlántico.
En una rueda de prensa la Guardia Costera indicó que la búsqueda a unas 900 millas de Cape Cod, Massachusetts, es “muy complicada” pese a los cada vez más buques y aviones que se están sumando.
Indicaron que se detectaron sonidos, que siguieron escuchándose en la mañana de este miércoles, por lo que la búsqueda se reorientó, pero por ahora sin éxito, también rastreando una superficie el doble de Connecticut.
Son como “sonidos de golpes” pero que pueden deberse también a otros buques, animales o otras fuentes en el océano.
La noticia aportó esperanza sobre todo porque los expertos cada vez se muestran más pesimistas y el tiempo se agota: el aire respirable a bordo durará apenas 20 horas, según los cálculos.
Siguen trabajando sobre cómo podrían llegar los equipos de rescate hasta la embarcación en caso de haber acabado en el fondo marino, a unos 12,500 pies (3,800 metros) de profundidad, cerca del lugar donde descansa el histórico transatlántico.