Agencias.- Los residentes de Florida y Georgia se preparaban este jueves ante la inminente llegada de Dorian el lunes al sureste de Estados Unidos como un huracán de categoría 4, luego de haberse intensificado en el Atlántico sin ningún obstáculo en el camino.
Dorian, que actualmente tiene categoría 1, se convertirá el viernes “en un huracán de gran intensidad y continuará siendo extremadamente peligroso a lo largo del fin de semana”, según el Centro Nacional de Huracanes.
Los modelos de su trayectoria lo muestran llegando al sureste de Estados Unidos entre el lunes y el martes, aunque no se sabe adónde exactamente. Las proyecciones estiman que soplará entonces con vientos de 209 km/hora, lo equivalente a categoría 4, de un máximo de 5.
El gobernador del Georgia, Brian Kemp, declaró el estado de emergencia en 12 condados de la costa, un día después de que el vecino estado de Florida hiciera lo mismo con toda su costa este.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, insistió este jueves en que todos los residentes deben estar preparados para recibir el impacto de un gran huracán. “Todos los floridanos deben tener un plan. No esperen a que sea demasiado tarde”, escribió en Twitter.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que cancelará un viaje que tenía previsto a Polonia por la amenaza del huracán.
El sur de Florida fue azotado en 2017 por Irma, un huracán de categoría 4 que dejó graves destrozos en los cayos. El año pasado, el norte de Florida fue devastado por Michael, que llegó con categoría 5.
Después de haber rozado Puerto Rico el miércoles por la noche, sin causar daños, Dorian se arremolinaba en el océano a 535 km al este de las Bahamas con vientos máximos sostenidos de 140 km/hora, según el boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC) de las 21:00 GMT.
En Puerto Rico, la población se despertó aliviada por haberse salvado de la amenaza del huracán, que iba a ser el primer ciclón en golpear esta isla del Caribe desde que la monstruosa María la destrozara hace dos años.