Autoridades en Perú hicieron un sorprendente hallazgo al registrar a un repartidor que llamó su atención al andar ebrio en un antiguo yacimiento arqueológico de la ciudad de Puno.
Dentro de su bolsa llevaba una momia prehispánica a la que llamaba “una especie de novia espiritual” y la había metido en la bolsa para enseñársela a sus amigos.
El hombre dijo que se llamaba “Juanita”, y que la tenía en una caja en su habitación, junto al televisor, pues era propiedad de su padre, aunque no especificó cómo había llegado a sus manos. Pero dijo que la pieza habría estado en posesión de la familia por aproximadamente 30 años.
Expertos verificaron la autenticidad y afirmaron que el cadáver tiene entre 600 y 800 años y que correspondía a un varón adulto y no a una mujer, como pensaba el joven.
Se calcula que el hombre momificado tenía más de 45 años y medía 1,51 m de altura y al parecer proviene del distrito de Patambuco, provincia de Sandia; estaba envuelta en vendas en posición fetal, típico enterramiento prehispánicos de la zona.
La policía incautó la momia y la entregó al Ministerio de Cultura de Perú.
El hombre que la transportaba y sus dos amigos, de entre 23 y 26 años, fueron detenidos y están siendo investigados por posibles delitos contra el patrimonio cultural. Podría ser procesado por el delito de extracción ilegal de bienes culturales, que tiene una pena de entre 2 y 5 años.