Cecilia Fuentes | Piedras Negras, Coah.- Ante las problemáticas que presentan los adolescentes, el terapeuta familiar Pedro Vargas Ríos indicó que hay que estar atentos a lo que ellos cuentan, ya que es una etapa muy vulnerable, entre los 12 y 17 años.
Explicó que, si hay algún cambio significativo, es una luz roja que hay que poner atención. Puede ser el proceso hormonal que está viviendo, un cambio de percepción o que le gusta cierta comida y de repente ya no, o es muy berrinchudo. Son cambios hormonales.
Es importante no juzgar, criticar ni agredir, y cuando ellos estén hablando de lo que sienten, no interrumpirlos, aunque no nos guste lo que estamos oyendo. Hay que dejar que abra su corazón.
Pedro Vargas dijo que los hijos dan muchas señales, pero los adultos estamos etiquetando siempre. Hay que observarlos, revisar si tienen algunas lesiones en el cuerpo, en sus muñecas, en la cadera o entrepierna, si se están autolesionando o qué traen en la mochila.
Agregó que hay que buscar la empatía, la confianza, seguridad y respeto, para saber cuál es la causa de su dolor.