El 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer, proclamado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer’s Disease International (ADI).
El primer Día Mundial del Alzheimer se celebró en 1994 y desde 2012 la organización ADI decidió extender la conmemoración por todo el mes de septiembre, y así se consignó el Mes Mundial del Alzheimer.
Han lanzado este año el lema “Never too late. Never too early” que se refiere a la importancia de identificar los factores de riesgo y adoptar medidas proactivas para retrasar o prevenir la aparición de la demencia y sus síntomas.
Esta conmemoración se trata de concienciar sobre esta enfermedad, que afecta no solo a los pacientes sino también a los cuidadores directos y familiares.
¿Qué es?
Es una enfermedad mental incurable que va degenerando las células nerviosas del cerebro y disminuyendo la masa cerebral, de forma que los pacientes muestran un deterioro cognitivo importante que se manifiesta en dificultades en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación y dificultades para la resolución de problemas sencillos de la vida cotidiana.
Aunque no hay una cura, se pueden realizar rutinas y actividades para retrasar el deterioro que causa la enfermedad.
Se considera la nueva epidemia del siglo XXI y se estima que para el año 2050 el número de personas con alzheimer ascienda a 131.5 millones.
No se conocen las causas, se sabe que las primeras lesiones pueden aparecer unos 15 o 20 años antes de que se muestre algún síntoma, y aparecen en la región del cerebro llamada hipocampo, que se encarga, entre otras cosas, del aprendizaje y la formación de nuevas memorias.