Redacción.- Un juez federal en California restituye a nivel nacional la interrupción de un plan del gobierno del presidente Donald Trump que impediría que la mayoría de los migrantes solicitan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México.
El juez de distrito Jon Tigar determinó en Oakland que una orden judicial que frena la entrada en vigor de la política migratoria del gobierno deberá cumplirse en todo el país.
Con base en eso, la medida fue bloqueada en los estados fronterizos de California y Arizona, pero no en Nuevo México y Texas.
En su fallo, Tigar subrayó una “necesidad de mantener una política de inmigración uniforme” y señaló que organizaciones sin fines de lucro como “Al Otro Lado” desconocen en dónde terminarán viviendo los migrantes que solicitan asilo una vez que ingresen a Estados Unidos y presenten sus argumentos para permanecer en el país.
“La corte reconoció que existe un grave peligro para quienes pretenden obtener asilo en toda la frontera sur”, dijo Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), en un comunicado.
Trump expresó su desacuerdo con el fallo del juez.
“Creo que es muy injusto que haga eso”, dijo el mandatario a los reporteros mientras salía de la Casa Blanca rumbo a Carolina del Norte. “No creo que debiera permitirse”.
Stephanie Grisham, secretaria de la Casa Blanca, dijo en un comunicado que un solo juez no debería tener la capacidad de ejercer un impacto tan amplio en políticas migratorias, e hizo notar que la solicitud del gobierno a la Corte Suprema para sobreseer esa orden judicial aún está pendiente de resolución.
“El fallo es un regalo a los contrabandistas y traficantes de personas y socava el estado de derecho”, señaló.