En el cónclave que elegirá al sucesor de Francisco, entre los candidatos que suenan hay uno en particular, descrito como “el favorito” del Papa argentino y que, de hecho, es muy parecido a él y garantizaría la continuidad de las reformas que emprendió el jerarca jesuita.
El cardenal filipino, Luis Antonio Gokim Tagle, uno de los candidatos más jóvenes, con 67 años.
Lo han catalogado como el “Francisco asiático” por carismático y que al igual que el argentino, es un defensor de los más desfavorecidos, de la justicia social.
Si fuera elegido, se convertiría en el primer Papa asiático y a su favor está ser representante de un continente donde el catolicismo va en ascenso, contrario a lo que ocurre, por ejemplo, en Europa, Asia ha sido descrita como “la esperanza del catolicismo”.
Fue Francisco quien llevó al popular arzobispo de Manila a Roma para que encabezara la Oficina de Evangelización Misionera del Vaticano, que atiende las necesidades de la Iglesia católica en gran parte de Asia y África. Su papel adquirió mayor peso cuando el jerarca argentino reformó la burocracia del Vaticano y elevó la importancia de su oficina de evangelización.
A pesar de su progresismo, ha dejado claros sus límites, por ejemplo, fue un crítico feroz del proyecto de ley filipino sobre salud reproductiva y se ha pronunciado enérgicamente contra el aborto y la eutanasia.
También ha dicho que existen situaciones en las que los principios morales universales no se aplican, como la comunión para las parejas que conviven en matrimonio pero sin matrimonio sacramental, y las cuestiones relacionadas con la homosexualidad.