Redacción.- Varios cientos de manifestantes han tomado el aeropuerto de Hong Kong, que ha interrumpido sus servicios, luego de que una multitud obligara a cancelar todos los vuelos a partir de las cuatro, hora local.
Más de 300 vuelos se han visto afectados desde la medianoche y es de esperar que esta cifra siga creciendo.
Por otro lado, Naciones Unidas ha emitido un comunicado en el que urge al Gobierno de Hong Kong a actuar con contención en respuesta a las protestas y a investigar la actuación de sus fuerzas de seguridad, que este domingo reprimieron las protestas “de un modo contrario a la legislación internacional”.
Según ha denunciado la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en un comunicado, “las fuerzas de seguridad han disparado en múltiples ocasiones botes de gas contra los manifestantes en zonas cerradas y directamente hacia individuos concretos, lo que ha creado considerables riesgos de muerte y de heridas serias” a lo largo del pasado fin de semana.
Los enfrentamientos se saldaron con 45 personas heridas, una de ellas una chica que recibió el impacto de una pelota de goma en el rostro, a causa del cual ha perdido la visión de un ojo. De momento permanece ingresada y su pronóstico médico es reservado.
Con el de ayer, se cumplían cuatro días consecutivos de protestas en el aeropuerto desde que el viernes tuviera lugar la primera concentración.
El aeropuerto de Hong Kong es un nudo clave en la comunicación aérea mundial, tanto de pasajeros como de productos. En 2017 transportó a poco menos de 73 millones de personas, lo que lo convierte en el octavo aeropuerto más transitado del mundo y el tercero de Asia, solo por detrás de Pekín.