Israel está siendo objeto de acusaciones de espionaje a periodistas y activistas a través del programa Pegasus de la empresa israelí NSO.
La empresa creada en 2010 por Shalev Hulio y Omri Lavie y afincada en Herzliya, al norte de Tel Aviv, suele recibir críticas por su programa que no solo sirve para acceder a los datos de un teléfono móvil inteligente, sino que también toma el control de la cámara y del micrófono.
17 medios internacionales revelaron que piratearon y espiaron a través de Pegasus los números de al menos 180 periodistas, 600 políticos, 85 activistas defensores de los derechos humanos o 65 empresarios.
Activistas que defendían a víctimas de agresiones estatales, periodistas investigando corrupción, jueces, organizadores sindicales, profesores que abogaban por políticas contra la obesidad, políticos y hasta familiares del Presidente Andrés Manuel López Obrador: los números telefónicos de todos aparecen en una lista de 15,000 celulares de un programa espía que había sido pensado para monitorear en vez a grupos criminales y combatir el terrorismo.
Uno de los periodistas que aparece en la lista redactada en 2016 y 2017, Cecilio Pineda, quien había sido víctima de acoso y había denunciado que políticos del estado de Guerrero colaboran con delincuentes, fue asesinado.
La lista de 15,000 teléfonos mexicanos, dada a conocer por un consorcio de investigación de medios internacionales llamado Forbidden Stories a partir de una filtración de datos, demuestra los malos usos dados al software.
Los posibles objetivos de vigilancia habrían sido blanco de agencias del Gobierno previo, de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Aunque el uso del programa espía se había dado a conocer ya en 2017, hasta ahora no se sabía la extensión de sus posibles víctimas.
México es el país con la lista más larga de las que se obtuvieron en todo el mundo.
Pegasus es un programa que se infiltra en secreto en un celular por medio de un enlace en un mensaje que parece legítimo, y obtiene acceso a toda la lista de contactos, llamadas, mensajes, ubicación, cámara y micrófono sin que el usuario lo sepa.
En 2011, México fue el primer país del mundo que compró Pegasus a NSO Group. Expertos en seguridad advierten que la cibervigilancia no está regulada y está fuera de control en México.