Jamie Spears, padre de Britney Spears, renunció a seguir como tutor legal de la cantante, luego de más de 13 años de controlar todos los aspectos de su vida.
En unos documentos entregados en la Corte Superior de Los Ángeles, la abogada de Jamie Spears, confirmó que está de acuerdo con delegar esa función a otra persona, lo que no anularía la tutela de Britney pero dejaría fuera de la misma a su familia.
El progenitor señaló que ya tenía intención de abandonar la tutela antes de que su hija contratase a su nuevo abogado, Mathew Rosengart, hace un mes, tras recibir el visto bueno de la jueza que supervisa su caso.
Se trata de un paso más en favor de la voluntad de Britney, que lleva meses expresando un fuerte rechazo a su padre y llegó a asegurar que quería denunciarlo por abuso.
Su papá negó que existan razones para su dimisión y aseguró que solo se produce por la presión pública ejercida contra él.
Esta noticia llega acompañado de un ataque contra la madre de la artista, Lynne Spears, de quien se divorció en 2002; la madre argumentó en una solicitud del pasado 1 de julio que “ahora, y en los últimos años, la persona tutelada es capaz de cuidar de sí misma y, de hecho, dentro de los parámetros de la tutela, ha ganado literalmente millones de dólares como celebridad internacional”.
Pero el padre recordó que asumió el rol de tutor legal en 2008, cuando Britney estaba en crisis, “desesperada por recibir ayuda” y corría el riesgo de perder su dinero en manos de malas influencias.
Si se hace efectiva la retirada del padre, aún permanecerá involucrada la abogada Jody Montgomery como tutora de sus aspectos médicos, un papel que ejerce desde 2019.