Redacción.- Las quejas de los fabricantes de automóviles, llevaron al cierre del negocio “Fauxrraris” and “Scamborghinis” en Brasil.
Un padre y su hijo, fueron acusados de dirigir la operación ilícita fueron arrestados, así ocho automóviles de varios Estados, fueron incautados de su garaje en el estado de Santa Catarina, después de que los fabricantes de automóviles presentaran denuncias ante las autoridades locales.
Entre los vehículos descubiertos había réplicas del Lamborghini Gallardo y Huracán, y un Ferrari 430 parecido. Las herramientas y los materiales utilizados para construirlos fueron confiscados en la redada, junto con falsas insignias de marca y asientos bordados con los logotipos de las empresas.
Trascendió que los autos se comercializaban en las redes sociales y se fabricaban por unos 50.000 dólares cada uno, lo que es una décima parte de lo que los modelos reales venden para nuevos en el país. Los investigadores están tratando de determinar cuántos otros coches ya habían sido entregados y llamarán a otros trabajadores que estuvieron involucrados para testificar.
La represión ocurrió apenas unas semanas después de que Ferrari ganara un caso judicial contra una compañía italiana que ofrecía réplicas de la era de la década de 1960 250 GTO, auténticos ejemplos de los cuales valen decenas de millones de dólares.