La asamblea ordinaria de Altos Hornos de México (AHMSA) acordó culminar el proceso de ingreso de nuevo capital accionario por parte del fondo estadounidense Argentem Creek Partners, con lo que Alonso Ancira dejará la empresa tras los escándalos enfrentados los últimos años con Pemex.
Se ratificaron y aprobaron las renuncias de los integrantes del Consejo de Administración: Alonso Ancira Elizondo, Jorge Ancira, José Eduardo Ancira, James Pignatelli, Juan Carlos Quintana Serur, secretario del órgano, y Francisco Pérez Ortega, secretario suplente.
Con la salida de Ancira y familia, Argentem Creek Partners se queda con 55 por ciento de las acciones que les pertenecían, con lo que el grupo obtuvo el control de la empresa.
Se recibió con ello la propuesta por parte de Argentem para la integración del nuevo Consejo de Administración de 10 miembros, encabezado por Eugene Irving Davis, como presidente, y los consejeros Mario Fernando Espinosa, Steven Donald Scheiwe, John Abbot, Juan Williams Ponder, Timothy Bernlohr, Johannes Sittard, Leopoldo Burillo, Luis Zazueta, Xavier Autrey y Andrés González Saravia-Coss, como secretario.
En tanto, fue ratificado en la dirección general de AHMSA y subsidiarias Luis Zamudio Miechiels, quien estará a cargo de la reactivación operativa de la empresa.
El lunes pasado AHMSA fue declarada oficialmente en quiebra por un juzgado en Monclova, después de que se rescindiera el acuerdo de pago relacionado con la venta de la planta chatarra de Agronitrogenados a Pemex.
Este caso se remonta a 2013, cuando Pemex acordó adquirir la planta mientras Ancira dirigía AHMSA y Emilio Lozoya era el director de la petrolera. En 2019, la Auditoría Superior de la Federación encontró que el costo de la transacción había aumentado de manera significativa, pasando de 195 a 443 millones de dólares.
En mayo de ese año, Ancira fue detenido en Mallorca, España, y extraditado a México en febrero de 2021 por su papel en el caso. En abril de 2021, Ancira acordó pagar 216 millones de dólares como parte de un acuerdo reparatorio por la compra de la planta, lo que permitió su liberación del Reclusorio Norte. La empresa había realizado dos pagos por un total de 104 millones de dólares hasta el momento. Tras el segundo, la empresa declaró que dichos pagos mantienen asfixiada su operación y provocaron que haya dejado de pagar temporalmente a la Comisión Federal de Electricidad.